Puede que seas una persona muy especial, pero en esto no. En lo que tú pienses de ti acerca del miedo escénico, puede que creas que eres un bicho raro que solo lo piensas tú. Pero no.
Cuando un músico clásico tiene nervios o miedo escénico, lo que se lo está impidiendo suele ser una cosa bastante concreta.
Compruébalo, tómate un momento para pensar en lo que significa para ti en el fondo La Música, y hazte esta pregunta:
¿Qué es lo que me está impidiendo disfrutar en el escenario? ¿Qué es lo que me está impidiendo exponerme con naturalidad?
Prácticamente todos los músicos clásicos con los que he trabajado para superar el miedo escénico dan una o varias de estas respuestas:
No confío en mis capacidades.
Baja autoestima.
Pienso en desastres que podrían ocurrir.
Me siento un impostor.
Me siento observado y juzgado continuamente.
Me falta seguridad.
Me da miedo mostrarte como soy.
Me da miedo hacer el ridículo.
Me preocupa el qué dirán.
Me preocupa no cumplir las expectativas.
Estas no son mis conclusiones o mis interpretaciones, no, son la recopilación de las respuestas que dan los músicos clásicos a esta pregunta.
Si te pasa algo de esto, son las cosas habituales. No es que tú no valgas, sino que has aprendido estos bloqueos emocionales que son los que causan esos nervios y el miedo escénico.
¿Quieres saber qué es lo que les pasa a los músicos clásicos que me contactan para superar el miedo escénico?
– Nervios al actuar.
– Temblores.
– Sentirse observado y juzgado.
– Perder nivel
– No dormir los días antes.
– Pensar en exponerse y tener sensación de ansiedad.
– No conectar con la música.
– Nervios mientras llega su turno, «Ahora es el momento de la verdad».
– No buscar oportunidades, o rechazar bolos o actuaciones.
– Machacarse al cometer errores
– Juzgarse continuamente.
– Tomar pastillas.
– Pensamientos autoboicoteadores.
– Desconcentrarse cuando estudias y hay gente en la sala de al lado.
– Miedo a equivocarse, o dar importancia exagerada al fallo.
– Querer acabar la actuación, y correr con el tempo.
– Compararse con colegas.
– Falta de confianza y de seguridad.
– No disfrutar de su profesión, perder la ilusión.
– No hacer la actuación que querías hacer.
– Pensar que no valgo para actuar.
Esto es lo más común que reportan los músicos clásicos. Así que si te pasa a ti algo de eso, lamento decirte que no eres un bicho raro.
Serías un bicho raro si creyeses que el miedo escénico es normal, o que no se puede superar.
O peor aún, serías un bicho raro si fueses uno de esas personas que te dicen que los nervios te ayudan a sacar lo mejor de ti. Por cierto, esto lo dicen personas que no han superado aún el miedo escénico. Las que lo han superado, y conocen lo que es estar nervioso y también lo que es entrar al escenario concentrado y con ilusión, saben perfectamente que para llegar a tu nivel real, no hay nada como entrar sin nervios.
Por cierto, lo que dicen que cambia en su vida cuando superan el miedo escénico también suele ser lo mismo. Pero eso te lo cuento en otro artículo.
Nos vemos,
Joseba