Antes de empezar el programa me faltaba confianza y seguridad a la hora de interpretar. Los días previos se
me movían las tripas, y me entraban nervios mientras esperaba y también al subir al escenario. En mis actuaciones de solista me sentía observado y juzgado, especialmente si había colegas en el público. No conseguía tocar el mismo nivel que en mi casa, y los nervios me hacían subir el tempo sin darme cuenta , y no conectaba ni con mi instrumento ni fluía con la música en mis actuaciones.
Era como si se me agudizaran los sentidos pero para mal: al pulsar el pedal del piano notaba que el pie temblaba como si fueran las vibraciones del piano multiplicadas por 1000, o como si mi cabeza fuese al triple de velocidad con cosas que nunca antes había pensado.
Yo antes lo único que sabía hacer era machacar y machacar las obras, y los días antes era todo estudiar y estudiar pero el resultado era mediocre para mi nivel.
Todo eso ha cambiado.
Ahora cuando toco en público es como si tocara en casa, y con el mismo nivel que en mi casa, disfrutando y muy conectado.
Siempre había oído eso de que los nervios te ayudan a sacar tu nivel, pero no es cierto. Es al revés, los nervios te bajan el nivel, te boicotean la actuación.
Mi profesora de perfeccionamiento me ha dicho que ha notado una mejoría muy grande en mi nivel musical, y que estoy tocando como nunca antes habia tocado. Y sin haber estudiado ni más ni diferente, lo que ha cambiado es mi mentalidad. Sin este trabajo de mentalidad no hubiese podido este nivel interpretativo.
Los días antes de un concierto antes estaba irascible, y hasta me despertaba por la noche, ahora estoy normal, como soy yo normalmente. Incluso tengo ganas de que llegue el momento de subirme al escenario para demostrar lo que sé hacer.
Antes no es que rehusara salir al público, pero tampoco los buscaba activamente. Es como si hubiese una parte de mi que intentara evitar esas situaciones de riesgo. Ahora es lo contrario, tengo ganas de más y de buscar más actuaciones y disfruto más de mi día a día.
Habia leído sobre el miedo escénico y probado cosas, pero no me habían funcionado, y dudaba sobre si el entrenamiento mental diera resultados, sobre todo si llevas muchos años con los nervios. Era un poco escéptico en que en dos meses Joseba pudiera hacerme cambiar algo con lo que llevaba 30 años.
Pero como sabía que es posible porque hay gente que lo consigue, y vi que lo que hacía era completamente diferente a todo lo que yo había intentado, me decidí a dar el paso.
Joseba es muy cercano, te da mucha confianza, se pone a tu nivel, y no se pone en actitud de dar clase, sino en modo ayudarte a conseguir lo que tú quieres.
Cuando me dijo que me iba a enseñar a entrar en ese estado mágico de flow, estaba un poco escéptico.
Pensaba que quizá consiguiera entrar en flow cuando él me guiara, pero yo me preguntaba: ¿Como me asegura a mi que cuando yo coja una obra que sea nueva, que no domine bien, que voy a poder entrar en ese estado?
Pero después de que me enseñara la llave para entrar, he visto que puedo entrar por mi cuenta al flow con facilidad en cualquier momento y en cualquier situación.
Recomendaría este programa a cualquier músico clásico con nervios y miedo escénico. Y creo que los profesores de cualquier conservatorio deberían incorporar este entrenamiento.“
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