Fui a una psicóloga, pero quería hurgar en mi vida, pero yo no quería remover mi pasado, lo que quería era solucionar mi problema.
He desaprendido a ponerme nerviosa, ya no sé ponerme nerviosa. He pasado de ponerme a llorar, a que ¡No me puedo volver a poner nerviosa!
¡Es como cuando lees un libro muy bueno y quieres recomendarselo a todo el mundo!
Lo mejor no es sólo lo que aprendes y lo que consigues, sino el cómo lo aprendes.
He descubierto no sólo que puedo escoger qué pensar, sino que puedo escoger cómo sentirme ¡es el colmo!
Antes quería que el concierto no llegara, o que se acabara cuanto antes. Ahora tengo ganas de que llegue el siguiente.
Antes me sentía limitada y pensaba “yo no puedo, yo no puedo”. Ahora sé que puedo superarme, y que tengo capacidad para seguir aprendiendo, y abordar y conseguir muchas cosas nuevas. Y no puedo parar, tengo mucha ilusión. Necesitaba sacar partido a todo el tiempo que he dedicado a la música.
Ahora tengo una mente más abierta. Ahora tengo mi mente y mi consciencia a mi servicio y no al revés, y además de una forma totalmente positiva.
Me siento más libre, más poderosa, más capaz. Me siento super bien. Si antes disfrutaba de la música, ahora mucho más.
Soy más consciente de cómo me siento en cada momento y puedo cambiarlo.